jueves, 12 de julio de 2012

Los alimentos absorben los agentes tóxicos aún a través de los empaques.





Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río.

Profesor de Farmacología del CUCS de la Universidad de Guadalajara y Presidnete de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C.




En la actualidad, existen más de 4 millones de compuestos químicos reportados en la literatura mundial.

Aproximadamente cada año se introducen de 1,000 a 2,000 agentes químicos nuevos. En el agua potable, se han podido detectar por los menos 700 diferentes químicos. En cambio, en los alimentos se han encontrado más de 3,000 químicos, los cuales han sido agregados intencionalmente.

Sabemos que los pesticidas organoclorados, tales como los metabolitos del DDT tienen una vida media de entre 20 y 50 años en los depósitos de grasa del ser humano.

Hay un grave problema con la comida que está siendo inadvertidamente contaminada al ser vendida o almacenada en una proximidad cercana a productos tóxicos en supermercados y plazas comerciales.

El Comité para la Seguridad Universal: Campaña Tóxica Tolerancia Cero encontró que los alimentos absorben altos niveles de contaminantes con sólo estar en el mismo edificio con productos no alimenticios, tales como bola para zapatos, aceite para motores, detergentes, ceras, pulimentos de muebles y productos de limpieza para el hogar, por citar algunos.

Lamentablemente debemos reconocer que el problema de la absorción tóxica se complica por el hecho de que muchos lugares tales como las plazas, tienen negocios tóxicos situados en una proximidad cercana a la comida. Por ejemplo, se sabe que los agentes químicos de las secadoras contaminan a los alimentos tan lejos como a un kilómetro y medio de distancia. El tricloroetileno se absorbe en la mantequilla, las carnes y otros alimentos grasosos. Los compuestos químicos penetran a través del empaque de los alimentos. Los talleres de reparación de calzado, los talleres mecánicos, las tiendas electrónicas y otros talleres de reparación pueden estar causando serios impactos tóxicos en las tiendas de alimentos que están en la proximidad cercana a ellas.

En una investigación, el Comité para la Seguridad Universal compró una muestra de alimentos en un tianguis cerca de un autocinema y encontró que los químicos absorbidos por los alimentos en paquetes no abiertos de hojuelas de maíz y galletas podían en realidad ser saboreados.

El incienso, el perfume, la gasolina y el aceite de motor todos podían ser saboreados. En ese estudio, el Comité para la Seguridad Universal también revisó quesos, uvas, salami, fresas, pescado y col; todos ellos habían sido contaminados.

El Comité para la Seguridad Universal encontró que los alimentos están sujetos a la contaminación en los camiones en los que son transportados. Muchos camiones transportan alimentos así como productos no alimenticios en cargas alternas. Los vehículos de transporte se asean con agentes químicos de limpieza tóxicos. Luego, hay un transporte de regreso donde un camión transporta una carga de blanqueadores de una ciudad a otra y en el viaje de regreso transporta una carga de jugo de naranja con nada más que una limpieza de vapor entre los 2 viajes. La limpieza de vapor no quita las moléculas de cloro. Muchos camiones de transporte son rociados con pesticidas o están recientemente pintados y son cargados con alimentos.

Mientras en la carretera, los camiones pueden estacionarse cerca de sitios tóxicos o cerca de otros camiones que transportan productos tóxicos.

La contaminación química de los alimentos cruza todas las líneas de los alimentos, tanto comerciales como orgánicamente crecidos. El Comité para la Seguridad Universal probó algunas cerezas y encontró que estaban contaminadas con diesel aparentemente del camión en el que eran transportadas.

El alimento de un camión vendedor de almuerzos que se había estacionado en la calle cerca de una planta manufacturera de plásticos para vender emparedados a los trabajadores, fue revisada por el Comité para la Seguridad Universal. Encontró que los sanwiches habían absorbido residuos de vinil-cloro de la planta en el corto tiempo que el camión permaneció ahí.

El Comité para la Seguridad Universal, así como otros organismos ecologistas está preocupado de que no hay seguridad para salvaguardar a la gente de ingerir inadvertidamente alimentos contaminados. Con el medio ambiente siendo inundado con toxinas, es apenas posible consumir alimentos libres de toxinas.

La gente está en riesgo de un daño y lesión tóxicos cuando ingiera químicos tóxicos. La investigación del Comité para la Seguridad Universal fue limitada pero incita a los gobiernos a investigar más a fondo este problema y tomar acciones específicas para proteger el suministro de los alimentos a la población (Our Toxic Times, Dec 1996, p.5-6).
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