Steve Jobs, de desertor universitario a visionario en tecnología
(CNN) — Mientras Steve Jobs renuncia a ser el CEO de Apple —tal vez la empresa más valiosa y admirada del mundo— los expertos en negocios y tecnología lo elogian con superlativos como: innovador, visionario, genio.
El delgado hombre con su cuello de tortuga negro, y la compañía que creó, tuvieron más impacto que cualquier otro en la manera en que consumimos el contenido digital.
“Steve Jobs es uno de los grandes innovadores en la historia del capitalismo moderno”, dijo el columnista de The New York Times, Joe Nocera, a Piers Morgan de CNN, la noche del miércoles. “Su intuición ha sido fenomenal durante años”.
Pero hace cuatro décadas, tal vez habrías tenido dificultades par encontrar las pistas del éxito futuro de Jobs. Su vida ha sido, como dice la canción de Los Beatles, "un largo y sinuoso camino".
Abandonó el Reed College de Oregon después de un semestre, aunque regresó como oyente a una clase de caligrafía. Renunció a uno de sus primeros empleos, como diseñador de videojuegos en Atari, para viajar de mochilero en India y consumir sustancias psicodélicas.
Pero esas primeras experiencias, diría Jobs después, formaron su visión creativa. Los pinceladas llenas de gracia de la clase de caligrafía influyeron en su elegante estética de Apple. Sus viajes con LSD cuando era joven expandieron su mente y le ayudaron a crear la contracultura de Apple, el espíritu de “piensa diferente”.
“No puedes conectar los puntos hacia delante, sólo los puedes conectar hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán con tu futuro”, le dijo a unos estudiantes de posgrado de la Universidad de Stanford durante una conferencia de inauguración en 2005. “Tienes que confiar en algo: en tus instintos, en tu destino, en tu vida, en tu karma, en lo que sea. Este enfoque nunca me ha fallado, y fue la diferencia en mi vida”.
Nació el 24 de febrero de 1955, después lo adoptaron. Jobs creció en Cupertino, California —el hogar de Apple desde hace mucho tiempo— y mostró un interés precoz en la electrónica. Como adolescente, llamó por teléfono a William Hewlett, presidente de Hewlett-Packard, para solicitar partes para un proyecto escolar. Las obtuvo, junto con una oferta de trabajo de verano en HP.
Sueños de garaje
Al estar en Hewlett Packard, Jobs se volvió amigo de Steve Wozniak, quien quedó impresionado con su habilidad para armar componentes electrónicos. Los dos se unieron a un club de aficionados a la computación de Silicon Valley, y pronto Jobs y Wozniak se unieron con otros dos hombres para formar Apple Computer Inc.
Ahora es parte las leyendas de Silicon Valley: Jobs y Wozniak construyeron su primer producto comercial, la Apple 1, en el garaje de los padres de Jobs en 1976 (el mismo año en que Microsoft comenzó a desarrollar software). Jobs vendió su camioneta Volkswagen para financiar la empresa. La primitiva computadora, con un precio de 666.66 dólares, no tenía teclado o display, y los clientes la tenían que armar ellos mismos.
Al año siguiente, Apple lanzó la computadora Apple II en la inauguración de la West Coast Computer Faire.
La máquina fue un éxito, y entonces comenzó la revolución de las computadoras personales. Jobs fue uno de los primeros ingenieros en computación en reconocer lo atractivo del mouse y de la interfase gráfica, los cuales permitían al usuario operar las computadoras al hacer clic en las imágenes en lugar de escribir el texto.
“Cuando empiezas con el intento de resolver un problema, las primeras soluciones con las que llegas son muy complejas, y la mayoría de la gente se queda ahí”, dijo a la revista Newsweek en 2006. “Pero si continúas, y vives con el problema y pelas más capas de la cebolla, a menudo puedes llegar con soluciones simples y muy elegantes”.
Para Jobs, la solución fue la computadora pionera de Apple, la Macintosh, la que lanzó en 1984 con un ahora emblemático anuncio al estilo del escritor George Orwell en el Super Bowl. Jobs ya tenía la fama de ser muy exigente y demandante, y el genio de las computadoras —multimillonario a los 30 años— presionó mucho a su equipo de ingenieros de Macintosh para producir la máquina que quería.
La Macintosh, de color café y en forma de caja, fue un éxito, pero Jobs frecuentemente tenía enfrentamientos con sus colegas, y en 1986 salió de Apple después de una lucha de poder. Después tuvo una pausa de 10 años en dónde tuvo varios éxitos de alto perfil (le compró Pixar Animation Studios a George Lucas antes del éxito de Toy Story) y también fracasos (fundó la compañía NeXT Computer, pero sus costosas computadoras en forma de cubo no tuvieron éxito).
Despedido de su empresa
En 1996 Apple compró NeXT, y con eso Jobs regresó a la entonces empresa con problemas. En un año comenzó a dirigir a la compañía nuevamente —más viejo y tal vez más sabio, pero no menos perfeccionista—. Cuatro años después de eso, tomó el escenario para presentar el iPod original, el pequeño dispositivo blanco que revolucionó la portabilidad de la música y que inició el enorme regreso de Apple.
“Estoy seguro de que nada de esto habría pasado si no me hubieran despedido de Apple”, dijo en Stanford en 2005. “Fue como una medicina amarga, pero creo que el paciente la necesitaba. Algunas veces la vida te da golpes”.
Tratatándose de Apple, prácticamente sabes todo lo demás. En la siguiente década, Jobs impresionó a los asistentes en las presentaciones de lanzamiento, y a los consumidores con un éxito tras otro: iTunes (2003), la MacBook (2006), el iPhone (2007), la iPad (2010).
Los observadores se maravillan con su habilidad como vendedor, su capacidad para inspirar una devoción parecida a la de un dios entre los fanboys de Apple (y existen los resultados de laboratorio que lo prueban), y sus anuncios sorpresa de “una cosa más”. Una y otra vez, vende a la gente productos que no sabían que necesitaban hasta que él los inventó. Todo esto con un sueldo oficial anual de un dólar.
Enfermedad en la sombra
Sin embargo, a mediados de los 2000, Jobs comenzó a tener serios problemas de salud. En 2004 le anunció a sus empleados que recibía tratamiento para el cáncer de páncreas. Bajó de peso y parecía inusualmente delgado en discursos para los desarrolladores de Apple, estimulando las preocupaciones acerca de su salud y las fluctuaciones de los precios de las acciones de Apple. Incluso una agencia de noticias publicó accidentalmente un obituario de Jobs.
Jobs tiene 56 años, está casado y tiene cuatro hijos, tuvo un trasplante de hígado en 2009 durante una licencia médica de seis meses de Apple. En enero de este año tomó otro licencia médica. Debido a esto, algunos observadores dijeron que no están sorprendidos por la noticia de su renuncia como CEO del miércoles.
“Hay una especie de sensación de que tristemente no se podía evitar este momento”, dijo Nocera de The New York Times, a CNN, y añadió que Jobs no cedería el control de su compañía tan fácilmente. “Apple es su vida. Cuida de ella casi de la misma forma como cuida de su esposa y de sus hijos”.
Jobs no concede muchas entrevistas, especialmente acerca de su vida personal, y Apple no hace comentarios sobre su salud. Pero tal vez, pensando en su legado, cooperó con su primera biografía autorizada, la que se tiene previsto que Simon & Schuster saque a la venta en noviembre.
“Hice muchas cosas de las cuales no estoy orgulloso, como embarazar a mi novia cuando tenía 23 años y la manera como lo manejé”, se cita a Jobs en el material promocional del libro de Walter Isaacson. “Pero no escondo nada que no pueda salir”.
En contraste, Jobs siempre habla con inmenso orgullo de sus logros y de los de sus ingenieros en Apple.
“Tu trabajo ocupará una gran parte de tu vida, y la única manera de estar verdaderamente satisfecho es hacer lo que crees que es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”, dijo a los graduados de Stanford.
“Si todavía no lo encuentras, sigue buscando. No te estanques. Como todos los asuntos del corazón, sabrás cuando lo encuentres. Y como cualquier gran relación, con el paso de los años cada vez es mejor”.